Dos mujeres viven y trabajan en un pequeño establecimiento de alimentos, en un pueblo rural, pequeño, cerrado, trazado por costumbres machistas. En una fiesta popular una de ellas se sale de la norma del buen comportamiento establecida por la sociedad. a partir de ahí, malos tiempos se ciernen sobre la vida de las jóvenes mujeres, se las señala como responsables de la sequia que asedia la región. La curandera del pueblo da su veredicto: alguien tendrá que pagar.